Si tienes un perro en casa debes saber que las almohadillas son una de las partes más delicadas de su cuerpo, y por esto debes tener cuidado con ellas durante el verano. El asfalto es el principal peligro y si sufre quemaduras en sus almohadillas hay trucos caseros que son muy eficaces. Así que toma nota para que no la pase mal en días de elevadas temperaturas.
Lo más importante en este tipo de accidentes es actuar de inmediato, lo más rápido posible. Lo primero que tenemos que hacer es lavar las quemaduras en las almohadillas con abundante agua tibia y jabón pH neutro. Es fundamental que queden bien limpias para evitar infecciones posteriores y puedas empezar a tratarlo con cuidado.
Si te percatas que hay inflamación tras las quemaduras en sus almohadillas, aplica hielo en la zona. Para que el frío no resulte fastidioso para el can, envuelve una barra de hielo en un trapo de algodón.
El aloe vera es una planta con propiedades cicatrizantes, regeneradoras e hidratantes. Una vez curadas las quemaduras, aplica gel de aloe vera natural dos veces al día para que la piel se vaya regenarando.
Lo ideal es que las quemaduras cierren sin cubrirlas. Sin embargo, como las almohadillas están en contacto con el piso puedes hacer un vendaje con una gasa esterilizada y esparadrapo hipoalergénico, y sustituirlo a diario. El collar isabelino funciona para que no se laman las quemaduras.
Una de las reglas que tenemos que tener en cuenta para evitar quemaduras en las almohadillas del perro es la regla de los cinco segundos. En verano el asfalto absorbe más calor, pudiendo llegar a freírse un huevo sobre el mismo. Por eso hay que pensar en ello antes de salir a pasear a diario.
La regla consiste en colocar la mano sobre el asfalto caliente y comprobar si aguantamos durante cinco segundos o por el contrario debemos retirarla antes porque nos quemamos. Si no aguantas esos cinco segundos, el perro tampoco y se quemará sus patas tras un paseo sobre el suelo caliente.
En verano, los mejores momentos del día para que el perro salga al exterior son los siguientes: a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde. Si durante el resto del año da tres paseos, en la época de verano es mejor reducirlos a dos, y que éstos sean de mayor duración.
La gran parte de medidas para prevenir un golpe de calor en perros pasa por el sentido común. Pero seguir las siguientes pautas, puede ayudarte a tomar conciencia:
Existen diferentes maneras de mantener a tu mascota en las mejores condiciones posibles sin necesidad de pasar por la ducha. Una buena solución es utilizar las toallitas higiénicas para cachorros, las cuales son muy prácticas y caben en cualquier bolso.
Para conseguir buenos resultados, los expertos recomiendan cepillar antes y después el pelo de tu compañero fiel. Las toallitas pueden ayudarte a salir del paso, sobre todo si la suciedad aparece. Si bien es una solución, este artículo no debe sustituir al baño.
Otra alternativa es usar el champú seco. Primero cepilla su pelaje para deshacer todo nudo existente. Acto seguido, debes agarrar una toallita de algodón y humedécela con agua tibia. Luego, aplica el champú sobre el paño y pásalo por el cuerpo del can.
La respuesta dependerá un poco de las características de tu mascota. En algunos casos, 2 veces al año sería suficiente. Sin embargo, los expertos recomiendan hacerlo 1 vez al mes.
Ahora bien, es importante comprar un jabón que respete el pH natural de la piel de tu compañero de cuatro patas y nunca productos para humanos, pues son muy ácidos. Aspectos como el pelaje o los posibles problemas de su piel influyen en la elección específica del tipo de champú.
Antes de bañar a tu perro, necesitas tener en cuenta su edad y estado de salud para evitar resfriados. En general, es mejor hacerlo a primera hora del día y con agua tibia. Asegúrate de cepillar su pelaje y controlar el tiempo que pasa bajo el agua.
Ante la duda de si los perros se sienten mejor después de un baño, la respuesta es sí. Lavar la piel y el pelaje elimina todo, desde la suciedad y la mugre, pasando por los alérgenos, las bacterias y los parásitos. El baño también elimina el pelo muerto e hidrata y nutre la piel y el pelaje del perro, lo que le ayuda a sentirse más cómodo y con menos picazón.
Los parásitos internos suelen ser gusanos redondos o planos que tu perro puede ingerir al alimentarse de carne cruda. De acuerdo a los expertos, suelen vivir en los órganos de tu mascota (intestino, hígado y corazón). Ahora bien, las señales de parásitos en tu lomito depende del patógeno y de la respuesta inmune del animal doméstico. Sin embargo, entre los síntomas más comunes se encuentran diarrea, vómitos, molestias intestinales, pelaje seco, pérdida de peso, tos constante y malestar general.
Dicho esto, quizás te preguntes cómo eliminar los parásito en tu perro. Aunque no parezca, para evitar las consecuencias, es importante la prevención a través de los repelentes de insectos y seguir el calendario de desparasitaciones.
Cuando están presentes, deshacerte de los parásitos internos es tarea compleja, pero lo mejor es acudir al veterinario para realizar el seguimiento de la enfermedad.
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