El tendón de Aquiles es el tendón más grande de nuestro cuerpo. Se extiende desde los huesos del talón hasta los músculos de la pantorrilla, permitiéndonos apuntar los dedos del pie hacia el suelo y levantarnos de puntillas. "Cuando este tendón se ve sometido a mucha tensión o esfuerzos repetitivos, se puede producir la tendinitis de Aquiles. Es importante tener en cuenta que el tendón de Aquiles transmite fuerzas de 6 a 10 veces el peso del cuerpo", nos explica el Dr. Daniel Ferro, especialista en Medicina Deportiva del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela.

De esta manera, este dolor, es decir, la tendinopatía, se debe a un fracaso del proceso de reparación de pequeñas roturas con proliferación desordenada de fibras e interposición de tejido cicatrizal.

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Es una lesión muy común y, en la mayoría de los casos, no suele ser grave o tener consecuencias duraderas.   

"Su síntoma principal es dolor por encima del talón y en la parte inferior de la pierna cuando se ha realizado actividad física. Otros síntomas comunes pueden ser rigidez en el talón, hinchazón en el tendón o debilidad en toda la pierna", nos aclara el experto. 

En la mayoría de los casos, el dolor de talón se debe a un uso excesivo del tendón de Aquiles, que suele ser consecuencia del ejercicio físico. Por este motivo, es una lesión más común entre los jóvenes y entre los deportistas. Estas tendinitis se dividen en dos grupos:     

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Como comentaba el especialista en Medicina Deportiva, esta lesión suele afectar a deportistas que ejercen presión sobre el talón, por alteraciones biomecánicas del pie, como la pronación o supinación excesiva.

Otros motivos pueden ser la falta de calentamiento antes de realizar la actividad física, el mal uso de las zapatillas de deporte o un golpe directo en el tendón.

Es una patología frecuente en corredores de 30 a 60 años y en deportistas de elite.

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Normalmente, se puede tratar en casa, con reposo, hielo para disminuir el dolor o la hinchazón y vendajes. "También es recomendable elevar el pie afectado mientras se reposa y durante las horas de sueño. Si de esta manera la lesión persiste, será necesario acudir a un médico especialista", añade el Dr Ferro. 

En primera instancia, el tratamiento es conservador: reposo deportivo, antiinflamatorios, inmovilización en los períodos de mucho dolor y Fisioterapia.

Después, dependiendo de la evolución clínica pueden estar indicadas ondas de choque, plantillas, ortesis de deambulación, etc

Si las alternativas de tratamiento conservador fracasan después de 6 o incluso 12 meses, puede ser necesario tratamiento quirúrgico, pero esto sucede en la minoría de los casos.

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Respecto al tiempo de recuperación, "normalmente suele ser entre 2 y 6 semanas cuando la tendinitis es aguda. Si los síntomas no mejoran con el cuidado personal es posible que se trate de una tendinopatía crónica, que puede llevar meses de recuperación", concluye el especialista del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela.

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