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Escrito y verificado por la nutricionista Anna Vilarrasa.
Pocas personas conocen la existencia de más de 300 tipos de miel. Quizá, una de las menos conocidas en la miel de trigo sarraceno, que se destaca por su particular color oscuro y su sabor y aroma que recuerdan a la melaza de caña.
Esta sustancia natural la elaboran las abejas con el polen recolectado de las plantas. Ha sido valorada desde hace siglos, y ya la usaban los griegos, los egipcios, los mayas y los babilonios tanto por su capacidad nutritiva como por sus fines medicinales.
Destaca por su contenido de antioxidantes, vitaminas y minerales. A su vez, se conoce por su capacidad para favorecer la cicatrización de heridas, calmar la tos y combatir algunas infecciones. A continuación, te contamos más sobre sus características y cómo utilizarla en el día a día.
Aunque su nombre es motivo de confusión, no se trata de ningún pariente del trigo común ni tan siquiera de un cereal. El trigo sarraceno (Fagopyrum esculentum) es el grano de una planta de la familia de las poligonáceas. Sus frutos presentan una forma triangular y un color oscuro.
Su cultivo está extendido por gran parte del mundo, pero muy concentrado en Europa, Rusia, Estados Unidos y Asia. Uno de sus puntos fuertes es que no contiene gluten y se cocina como cualquier otro cereal.
En algunos países existen muchos platos típicos elaborados con este ingrediente. Es el caso de los fideos soba japoneses, las galettes bretonnes (crepes saladas típicas de la Bretaña), los blinis en Europa del Este o el kasha en Rusia.
La miel de trigo sarraceno suele presentar unas características bastante diferentes a las otras variedades de miel más conocidas, como la de mil flores, de romero o de eucalipto.
Su color puede variar un poco, según el tiempo y el lugar de recolección del polen del trigo sarraceno. Presenta tonos entre el amarillo cobrizo y el negro, aunque lo más habitual es una coloración entre el rojo y el ámbar.
Predomina el sabor dulce, pero no lo es tanto como la gran mayoría de mieles. También tiene un regusto amargo que la vuelve un poco raspante al paladar. Se trata de una miel perfumada que recuerda a la malta o al aroma del azúcar de caña.
Por lo general, su consistencia es viscosa y poco fluida. Además, tiende a cristalizarse rápido, lo que vuelve su textura mucho más espesa y parecida a la crema de untar.
El componente principal de la miel son los carbohidratos, pero también contiene vitaminas, minerales, ácidos orgánicos, flavonoides, polifenoles y compuestos volátiles. ¿Cuáles son sus principales beneficios? Veamos en detalle.
El uso de miel como cicatrizante y remedio tópico para las heridas es bastante conocido. No se debe aplicar sobre heridas abiertas, pero resulta útil en caso de úlceras, llagas o rasguños en la piel. Se valora porque ayuda a detener el crecimiento de bacterias en la superficie cutánea.
Esta aparece debido a su contenido en fenoles. Por el momento, los estudios muestran un aumento de componentes antioxidantes en la sangre, pero se desconoce el papel exacto que estos desempeñan en el organismo humano.
De todos modos, por ahora se sabe que los antioxidantes son determinantes en la prevención del envejecimiento prematuro y enfermedades asociadas.
Los resultados de una investigación presentada en la revista Evidence Based Complement Alternative Medecine indican que la miel de alforfón puede aportar beneficios al intestino humano. En concreto, es un buen alimento para las bifidobacterias positivas que habitan en el colon. Además, restringe el crecimiento de aquellas patógenas.
La evidencia científica reciente indica la importancia de la microbiota intestinal para la salud, más allá de este órgano. Un buen estado de esta se traduce en mejoras en el cerebro, en el sistema inmune o en el estado nutricional.
Debido al alto contenido de azúcar presente en la miel, esta puede ejercer un efecto positivo en la lucha contra algunos patógenos habituales en los ámbitos hospitalarios.
Los científicos han analizado en concreto su actividad frente a los siguientes microorganismos:
Estos expertos han centrado su investigación en la miel de Wisconsin, y su conclusión es que se puede añadir a los demás recursos terapéuticos frente a patógenos resistentes, aunque se requieren más evidencias.
La miel de trigo sarraceno, al igual que la miel común, parece ser un coadyuvante en el tratamiento de los síntomas del resfriado común. En niños, contribuye a calmar la tos y a mejorar la calidad del sueño.
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Una de las formas más comunes y extendidas de usar la miel es a través de tisanas o infusiones calientes. Estas se pueden preparar con la miel sola diluida en agua caliente, o bien, añadir otras plantas y especias de distintas variedades.
En este caso, no hay que superar la dosis recomendada de una cucharadita de postre por taza en el caso de los adultos y la mitad para los niños pequeños. Es importante recordar que no está recomendada para menores de 1 año por el riesgo de botulismo.
En otros casos, es un buen endulzante que puede sustituir al azúcar de mesa común. Se añade una cucharadita a algunos platos o postres como los siguientes:
La capacidad de la miel para atraer agua permite que los bizcochos, bollos y repostería en general queden más húmedos. Esto, a su vez, da un sabor más especial y agradable al paladar.
Al actuar junto con la levadura química, el resultado obtenido son unas masas con una gran esponjosidad. Untada en pan también es una buena opción para un desayuno o una merienda.
Incluso, su uso es válido en aquellas recetas saladas a las que se les quiere aportar un toque dulce.
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La miel de trigo sarraceno tiene un color, una textura y un sabor diferente al de otras mieles. Aún así, es un producto saludable que se puede incorporar sin problema en la dieta, en cantidades moderadas.
En la cocina se incorpora a algunas recetas tanto dulces como saladas. También es buena para preparar infusiones, ya sea sola o mezclada con otras plantas.
A nivel tópico, se puede aplicar en heridas o quemaduras superficiales, ya que ayuda en la cicatrización y prevención de infecciones. Basta con aplicar una fina capa sobre la zona deseada y cubrirla con un vendaje limpio. ¿Te animas a probarla?
En este artículo hablamos sobre el dilema de la miel o el azúcar: ¿Cuál es la mejor opción? ¿Qué otros endulzantes tenemos disponibles?
Los contenidos de esta publicación se redactan solo con fines informativos. En ningún momento pueden servir para facilitar o sustituir diagnósticos, tratamientos o recomendaciones de un profesional. Consulta con tu especialista de confianza ante cualquier duda y busca su aprobación antes de iniciar cualquier procedimiento.
Escrito y verificado por la nutricionista Anna Vilarrasa.
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