Ministerio de Salud Pública de Tucumán

Esta es una afección en la que el líquido linfático no drena adecuadamente el mismo puede acumularse en los tejidos y causar hinchazón.

Al respecto la licenciada en kinesiología, Cristina Amuchastegui, miembro del servicio de rehabilitación linfática y vascular periférica del hospital de Eva Perón, contó: “El linfedema, es básicamente el acúmulo de agua que tiene sales, electrolitos, proteínas de alto peso molecular en el espacio intersticial. Todo esto lleva a un aumento de volumen de algunas regiones corporales, por ejemplo, un brazo, una pierna, o puestas también en genitales o en cara en cara, de manera progresiva y evolutiva”.

Y agregó: “Esto produce una disminución de la capacidad funcional y también inmunológica, con un marcado aumento de peso y modificaciones morfológicas. Lo que significa que empieza a deformarse el miembro superior o inferior. Cuando aumenta el volumen la piel se pone tensa, brillosa, y eso genera un edema, más bien como si tuviera una textura de plastilina duro, que es difícil de evolucionar cuando uno sube el miembro afectado más arriba.  Por ejemplo, acostado pies arriba o brazo arriba, no disminuye el edema como uno común, que las personas pueden tener por el clima o por fatiga muscular. Este edema es pesado y duro, porque esas proteínas pesadas no las puede eliminar el sistema linfático para que pasen por el sistema venoso”.

Siguiendo esta línea la especialista contó: “Primero requiere de un diagnóstico temprano, porque por lo general son pacientes que recurren a muchos profesionales y no logran dar con el diagnóstico. Deben ir a un flebólogo especialista en linfología, nosotros trabajamos con la doctora Sofía Frías, especialista en flebología, que presta sus servicios en el hospital Avellaneda, con quien hacemos una labor multidisciplinaria con estos pacientes”.

“El tratamiento, una vez identificado el paciente, (que a veces los identificamos los kinesiólogos, y otras, los médicos) hacemos las interconsultas y se llega a un diagnóstico certero. Posterior a eso comenzamos con el tratamiento, específicamente es el drenaje linfático para la zona que está afectada. Acompañada de varias herramientas que tenemos para solucionar y acompañar al paciente aplicamos peiting para colocarle en los miembros, algo que funciona muy bien. Estamos utilizando vendaje multicapa y ejercicios mio-linfokinéticos, que son específicos para poder movilizar la linfa que está un poco lenta, dependiendo del diagnóstico, porque estos linfemas pueden ser primarios o secundarios” detalló.

Y agregó: “Si son primarios, son congénitos, con algunas alteraciones, depende de la edad y si son secundarios, pueden ser secundarios a traumatismos, infecciones, por ejemplo, como la erisipela o la post trombosis, que es muy común. También lo puede desencadenar un post quirúrgico si el paciente no se cuida. Entonces también dentro del tratamiento está enseñarle al paciente cómo debe cuidarse, cómo debe actuar, cómo moverse, es muy importante para evitar que el proceso aumente, que evolucione a un tamaño mayor, porque genera aún más discapacidad. Deben estar atentos porque esto aparece a cualquier edad, desde bebés ya que nacen con enfermedades congénitas y muchas veces rondan por muchos profesionales. “Por eso, lo más importante es el diagnóstico certero y después el tratamiento para evitar que estos pacientes lleguen a un estadio mayor”, finalizó.