El manejo de las heridas cutáneas en las extremidades supone un reto para el veterinario desde el punto de vista quirúrgico, mientras que desde el punto de vista económico puede generar costes importantes para el propietario. El principal objetivo en la terapia de las heridas cutáneas, con una pérdida importante de estructuras tisulares subdérmicas, es el restablecimiento de su homeostasis. Si esto se logra, el proceso de cicatrización seguirá una tendencia ascendente, hacia el cierre del defecto lo antes posible para evitar más complicaciones de naturaleza infecciosa.
En la literatura veterinaria existen numerosos métodos terapéuticos para el manejo de heridas con una falta importante de piel, de manera que desarrollen un tejido de granulación sano en el menor tiempo posible, para luego ser cerradas mediante diferentes técnicas de cirugía plástica.
Los injertos de piel libre pueden ser una buena opción cuando se trata de heridas en las extremidades, ya que la elasticidad de la piel a este nivel se reduce y otras técnicas plásticas son más difíciles de lograr. Sin embargo, es posible que el injerto pierda su viabilidad, y los principales factores que influyen negativamente en su eficacia, son la infección en el sitio del injerto y el movimiento del injerto de piel en el sitio.
También es una opción estudiada el uso de ozono, las investigaciones muestran que la ozonoterapia utilizada como método complementario mejora la cicatrización de heridas, modula el sistema inmunitario y actúa como agente antibacteriano tópico. Además, la cicatrización es notablemente más rápida al aplicar la terapia de ozono en comparación con los métodos de tratamiento convencionales debido al impacto positivo del ozono médico en la angiogénesis, la actividad de los fibroblastos y la producción de colágeno.
El ozono es un gas inestable que consta de tres átomos de oxígeno, descubierto a mediados del siglo XIX y utilizado originalmente como agente desinfectante para el agua. Su primer uso médico se produjo durante la Primera Guerra Mundial en el tratamiento de las gangrenas gaseosas de los soldados, producidas por Clostridium spp.
Se han obtenido resultados positivos de la ozonoterapia en medicina humana para pacientes con úlceras diabéticas en las extremidades.
Como tal, la ozonoterapia se puede utilizar tanto sistémica como localmente. Las heridas en las extremidades son adecuadas para uso tópico en forma de agua de ozono, aceite de ozono o exposición directa de los tejidos al ozono utilizando una bolsa de polietileno. La literatura especializada revela sólidos argumentos a favor de la actividad del ozono, particularmente en la mejora de la circulación a nivel capilar y la oxigenación de los tejidos, así como la liberación de factores de crecimiento necesarios para la cicatrización de los tejidos.
Sobre este asunto, un grupo de investigadores han realizado un estudio con la idea de evaluar el efecto terapéutico de la aplicación de ozono en una herida injertada, pre y postoperatoria en la extremidad posterior distal de un gato doméstico.
PROCESO DE CICATRIZACIÓN ACELERADO
Para probar la técnica, y tras la estabilización del paciente, se inició anestesia general y se procedió a la limpieza y desbridamiento de la herida de los tejidos desvitalizados, seguida de la aplicación de ozonoterapia y vendaje. Se realizaron 8 sesiones de ozonoterapia durante 17 días hasta la aplicación del injerto de piel. Se realizaron tres sesiones más de ozonoterapia cada 3 días después de la operación. La ozonoterapia aseguró una recuperación acelerada del paciente sin ninguna complicación.
Evolución clínica de la herida. La imagen D corresponde a la aplicación del injerto.
“Los resultados de nuestro estudio respaldan la hipótesis de que la ozonoterapia conduce a un proceso de cicatrización acelerado de las heridas injertadas y es comparable a otros tratamientos convencionales utilizados en los procedimientos clásicos, incluida la terapia de heridas con presión negativa”, celebran los autores.
Los autores, según su conocimiento, apuntan que “este es el primer informe de caso con el uso de la ozonoterapia para apoyar un injerto de piel libre en un gato”.
Por lo tanto, la favorable y acelerada recuperación del caso “incentiva el uso de la ozonoterapia como protocolo de apoyo a los injertos de piel en estos felinos”.
AVANCES EN EL MANEJO DE HERIDAS
El Laboratorio de Adhesión y Adhesivos de la Universidad de Alicante (UA) ha puesto a disposición del sector médico y veterinario un innovador material biocompatible capaz de sellar heridas tanto en humanos como en animales. Se trata de un bioadhesivo diseñado junto a la Universidad de Brighton (Reino Unido) con óptimas propiedades como su compatibilidad con tejidos vivos y elevada capacidad adhesiva, gran flexibilidad, adaptable al tejido de la herida que une, así como baja toxicidad y propiedades regenerativas de los tejidos lo que evita la formación de cicatrices.
El adhesivo se aplica preferiblemente in situ sobre la propia herida colocando simultáneamente una solución de dendrones y un adhesivo cianoacrilato de manera que, en contacto con el agua del cuerpo o la sangre, se produce una reacción (proceso de polimerización). El biomaterial polimérico se va endureciendo (proceso de curado) a medida que la reacción de polimerización transcurre y, finalmente, queda una fina capa sobre la herida o tejido en el que se ha aplicado.
Según apunta el director del Laboratorio de Adhesión y Adhesivos de la UA, José Miguel Martín, “la mayoría de estos bioadhesivos se basan en polímeros sintéticos o naturales que presentan algunas desventajas al ser considerados como cuerpos extraños por las células inflamatorias de los tejidos circundantes o pueden generar respuestas autoinmunes. Hay casos de necrosis asociados a este tipo de materiales y su rigidez puede producir un cierre incompleto de las heridas. Además, entre otros efectos constatados, pueden presentar riesgos de trasmisión de enfermedades si proceden de animales”.