El creador de contenido Jordi Wild organiza el evento con mayor índice de peleas con profesionales y combates por el espectáculo

El nuevo torneo de lucha Dogfight Wild Tournament se celebró en Sabadell, el pasado 17 de febrero, y también pudo seguirse en YouTube. El primer combate fue de la disciplina nombrada como MMA entre Alex Quilez y Salah, quien salió como ganador por sumisión. El siguiente fue entre las luchadoras femeninas, a través de guantillas, Luvi y Mireia, quien venció técnicamente.

A continuación, fue el enfrentamiento más esperado, dos luchadores, Luis y Tomás, contra un profesional de la UFC como César Alonso, quien ganó por KO y sumisión.

Posteriormente, tuvo lugar la disciplina Bare Knuckle, que permite combatir sin vendaje ni guante alguno, en el que los jueces dieron como vencedor a Edye, ante un rival, Franco, que aguantó hasta el final. Para finalizar, Raymison ganó a Roger, con 30 centímetros menos de altura y 60 kilos menos peso, en un David contra Goliath, en el que le mantuvo prácticamente toda la pelea en el suelo. La muerte súbita fue el último acto, en el que Aitor Gasp salió como vencedor, después de que se le saliera el hombro a un Zdravko.

Ibai e IlloJuan, streamers de gran calibre en las plataformas, comentaron en uno de sus directos que les gustó el evento, a pesar de no ser apasionados de este deporte. Para Jordi Wild, organizador del torneo, ha sido un gran acierto y un éxito tan abrumador, que no lo esperaba. Asimismo, declaró que el evento le costó 200.000 euros, que pagó él mismo, al no contar con patrocinadores. Posteriormente, afirmó que ahora las marcas lo ven como un «número» o «dólar» andante y que por el éxito de audiencia que ha tenido, ya ha recibido ofertas para próximas ediciones.

Dogfight Wild Tournament ha sido el evento de combate más seguido del mundo, después de la UFC, ya que registró 500.000 espectadores, en directo, en YouTube (con picos de hasta un millón). Además, las redes sociales se han seguido haciendo eco del evento, especialmente de momentos como un concurso de bofetadas y el monólogo de David Suárez, que ha generado controversia.