PACHUCA.- El primer mes de este 2023, en Hidalgo se registraron 225 mordeduras de perros a seres humanos, lo que equivale a un incremento del 39.9 por ciento (89 casos) en comparación con el mismo periodo del 2022, donde se llevaba un registro de 136 ataques.
Esto de acuerdo con información de la Dirección General de Epidemiológica, con corte a la cuarta semana del año, en la que da cuenta de las estadísticas y vigilancia de diversas enfermedades y sucesos atendidos en los sistemas de salud que hay en el estado de Hidalgo.
De las 225 mordeduras de perros reportadas en el primer mes de este año, 120 de los ataques fueron a hombre, mientras 105 a mujeres; en contraste, en el mismo periodo, pero de 2022, se contabilizaban 71 mordeduras a hombres y 65 a mujeres.
Pese a estos casos de mordedura de perros, en el mismo reporte se informa que en Hidalgo no se han presentado casos de rabia. Cabe señalar que en el primer semestre del año pasado, la Secretaría de Salud federal informó que se detectaron 11 casos de animales de interés económico (comercialización) infectados con rabia en la entidad.
La rabia es una enfermada mortal que puede ser transmitida de un animal infectado a los humanos a través de una mordedura o el contacto directo o contaminación de la saliva en una herida. Por ello, una vez que un animal ataca a una persona, se le recomienda aplicarse la vacuna antirrábica.
No solo los perros pueden contagiar a un ser humano de rabia. También gatos, mapaches, murciélagos, mofetas, zorros y ratas. De manera específica, las autoridades de salubridad promueven campañas de vacunación a animales de compañía o mascotas.
También, a través de la mordedura de perros, se pueden transmitir otras enfermedades como la infección por Campylobacter o campilobacteriosis, que es una bacteria que provoca diarrea, dolor abdominal y fiebre.
Otra es el tétanos, una toxina producida por un tipo de bacteria llamada Clostridium tetani, causa una parálisis rígida en las personas y podría ser un problema en las heridas por mordedura profunda.
En caso de que una persona sea mordida por un perro o cualquier otro animal, si esta no compromete su vida, las autoridades de salud recomiendan detener el sangrado de la herida aplicando presión directa con un paño limpio y seco.
También, lavar la herida utilizando un jabón suave y agua corriente caliente. Aplique un ungüento antibacteriano a la herida y un vendaje estéril, seco. En caso de ser necesario, llevar a la persona a los servicios de salud a fin de hacerle una valoración más profunda.