Las verrugas por lo general son asintomáticas, pero pueden sangrar ya que tienen irrigación propia. Si tienes una lesión que está sangrando, lo primero que debes hacer es presionarla por unos minutos.
Esto se debe realizar con una toalla limpia o una gasa estéril y las manos previamente lavadas con jabón. Este primer paso es importante que se haga de manera inmediata al presentarse el sangrado.
La presión sobre la lesión permitirá detener el flujo de sangre. Luego de controlar el sangrado es importante aislar la herida, de esta forma evitarás que se infecte.
Para disminuir el sangrado de la verruga también se recomienda mantener la zona elevada por encima del corazón. Por ejemplo, en el caso de los pies puedes acostarte o sentarte y mantener los pies hacia arriba o recostados a una pared.
Las verrugas pueden sangrar cuando se lastima la lesión o al tratar de quitarla de forma incorrecta. Recuerda que estas lesiones cuentan con irrigación propia, por lo tanto, cualquier corte puede generar un sangrado abundante.
Rascarse la lesión o el roce de la ropa puede ocasionar que las verrugas sangren. Aunque el VPH que ocasiona la lesión es muy contagioso, la sangre de la verruga no contagia siempre que no exista una puerta (lesión en la piel) por donde el virus pueda entrar.
Luego que hayan pasado varios minutos de mantener presión sobre la verruga debes realizar una limpieza profunda con agua y una toalla limpia. Asegúrate que el agua sea potable o hervida y aplícala de manera que se realice una limpieza profunda.
Se recomienda utilizar guantes descartables y lavarla sólo con agua debido a que los antisépticos pueden ocasionar daños en la piel o ser corrosivos directamente a la verruga.
La toalla con la que vas a secar la verruga debe estar totalmente limpia. Una vez detenido el sangrado, no abras de nuevo la herida ya que puede ocasionar que la sangre vuelva a fluir y debas repetir el procedimiento.
Por último, coloca una venda gruesa y cinta adhesiva para envolver la zona. Si observas que la sangre manchó el vendaje, coloca encima más gasas y sigue ejerciendo presión.
Una vez culminado el procedimiento, debes lavarte bien las manos, desechar todos los implementos utilizados y limpiar toda el área donde hiciste la cura.
Si luego de realizar el procedimiento, el sangrado persiste y es abundante, te recomendamos acudir a un centro médico. Allí serás tratado por un especialista que evaluará la situación y detendrá el flujo de sangre.
En caso de que hayas intentado quitarte la verruga y ves que la lesión no ha cicatrizado, está roja o te molesta, no dudes en acudir al médico.
Estos fueron algunos consejos para que sepas cómo lidiar con el VPH. Sin embargo, hay mucho más que debes hacer si realmente quieres deshacerte del VPH y las verrugas para siempre.
Lo que debes hacer es ELIMINAR LA RAÍZ del problema.
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Escrito por Julieta Lombardi, licenciada en Farmacia por la Universidad de Sevilla y doctora en Ciencias de la Salud por la Universidad de Sevilla. Su especialización es en el área de la Homeopatía y la Fitoterapia.
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