Era uno de los desfiles más esperados de la jornada. La primera colección de mujer ideada por Sabato De Sarno para Gucci, el nuevo director creativo de la firma italiana desde la marcha de Alessandro Michele en noviembre de 2022. En enero, el grupo Kering anunció a bombo y platillo su fichaje y hasta ahora lo poco que habíamos podido ver de su trabajo como diseñador era la línea masculina presentada ese mes en Milán.
Misma ciudad y esta vez, en la Semana de la Moda para mujer, donde Fendi, Prada, Etro o Moschino ya han dictado sentencia sobre la pasarela en los últimos días. De Sarno ha expuesto al público su primera colección y, en ella, las prendas y los complementos que llevaremos el próximo otoño-invierno de 2023. Bajo la atenta mirada de un front row a rebosar de superestrellas de la moda como Chiara Ferragni, Salma Hayek, Dakota Johnson o Florence Welch, ha demostrado, look a look, qué es capaz de hacer.
Casi todo. Porque si un primer mensaje podemos sacar en claro del desfile de Gucci es que el diseñador italiano no se cierra en banda y pretende vestir a mujeres de todas las edades y estilos opuestos, desde las féminas de la generación X hasta las reinas de la generación Z, pasando por las millennials.
Esto ha sucedido en un imponente y luminoso enclave industrial de suelo enmoquetado presidido por tres puertas de ascensores que se iban abriendo al tiempo que las modelos entraban en escena. Como aperitivo, un atuendo en clave joya: sujetador a modo de top con unas medidas reducidísimas, los guantes de opera, que son tendencia en la industria, y una falda tubo de raso negro.
Sin dejar tiempo para analizar las creaciones posteriores, en ese escenario circular las maniquís no cesaban de cruzarse a un lado y al otro, y el contraste de siluetas se hacía aún más evidente.
Extremos en todas las piezas. Vestidos con corsé terminados en estructuras voluminosas que recordaban a las Meninas, o justo lo opuesto, rectitud, transparencias y perforaciones en patrones ceñidos al cuerpo. En esta sección destaca un vestido en rosa fucsia con una abertura infinita que no deja absolutamente nada a la imaginación.
En el armario sastre ideal de Sabato De Sarno, abrigos con hombreras descomunales, trajes de chaqueta y pantalón con extra de holgura, y hasta desestructuración de los elementos clásicos en un outfit con la blazer transformada en un cuerpo palabra de honor y un pantalón con pata de elefante.
Mención especial para los abrigos peludos. De todos los acabados, tipo borrego, rizados o corpulentos, y en tonalidades que suman riesgo a nuestros looks de invierno: azul Klein, rosa neón, morado en degradé y la joya de la corona, un abrigo con flecos de strass metalizados.
Prenda encima de otra prenda, hemos visto cómo la ropa interior queda expuesta. Conjuntos lenceros debajo de vestidos, tops y faldas de gasa, medias fantasía y destellos brillantes. No hay límites en el nuevo universo imaginativo de Gucci.
La paleta cromática es de las más ricas vistas en Milán. Esenciales como el negro, el gris, el camel o el blanco chocan (y aciertan) con otros más potentes, naranjas, azules intensos, verdes, morados y así cualquier tono que aumente las vibraciones.
En los accesorios, dos se llevan la palma: los pendientes en tamaño XL y las botas peludas tipo Yeti. Los primeros se llevan por unidad y no en el clásico tándem; y los segundos, con prendas reducidas como las minifaldas. Para los bolsos, tres claves. Una, logomanía; dos, el regreso de un emblema, el Horsebit, y tres, variedad de materiales.
Para concluir, Sabato De Sarno, acompañado del equipo creativo de Gucci al completo, ha entrado en escena para recoger las felicitaciones del público congregado en Milán. Una nueva era que comienza hoy y que pretende mantener a la casa de lujo como una de las firmas más deseadas. Veremos si es así y el director creativo consigue su doble objetivo: vestir a todas las mujeres y liderar el ranking de moda.
Era uno de los desfiles más esperados de la jornada. La primera colección de mujer ideada por Sabato De Sarno para Gucci, el nuevo director creativo de la firma italiana desde la marcha de Alessandro Michele en noviembre de 2022. En enero, el grupo Kering anunció a bombo y platillo su fichaje y hasta ahora lo poco que habíamos podido ver de su trabajo como diseñador era la línea masculina presentada ese mes en Milán.